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RCM – Riesgos laborales

Exposición al amianto: riesgos y prevenciones

Durante muchos años se ha utilizado el amianto para la construcción de instalaciones sin tener en cuenta los riesgos que su deterioro podría tener. Actualmente, existen protocolos que dotan a los trabajadores de recursos y los previenen de futuras enfermedades relacionadas con su exposición al amianto. En este sentido, y desde RCM Ibérica, nos centraremos en el Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, y en la Guía Técnica del INSHT de Exposición al Amianto, en los que se especifican las prevenciones que es necesario llevar a cabo.

El amianto, un mineral que se caracteriza por su resistencia a la abrasión y una gran flexibilidad, ha sido uno de los principales materiales empleados en procesos industriales (aislamientos térmicos, construcción naval y ferroviaria, automoción, etcétera). Aun así, cabe tener en cuenta que en 2002 el amianto fue prohibido en España por su peligrosidad y riesgos para la salud de los trabajadores. En este sentido, el problema reside en el amianto que ya está instalado y que al llegar al final de su vida útil libera fibras al ambiente, algo que puede desarrollar futuras enfermedades para aquellos que tratan directamente con este material.

Riesgos para los trabajadores

La exposición del personal de mantenimiento a dichas fibras puede dañar gravemente su salud y desarrollar enfermedades como fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón o mesotelioma, entre otras. Es por ello, que en 2006, se desarrollaron una serie de protocolos necesarios para evitar y prevenir dichas enfermedades.

Haciendo referencia al Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo en el que se expone todo lo relativo a la Prevención de Riesgos Laborales, más específicamente, a aquellos trabajos en los que existe una exposición al amianto, destacamos su principal objetivo que es “establecer disposiciones mínimas de seguridad y salud para la protección de los trabajadores contra los riesgos derivados de la exposición al amianto durante el trabajo, así como la prevención de tales riesgos”.

Entre los trabajos en los que más se está expuesto a fibras de amianto destacamos la demolición, eliminación y mantenimiento de instalaciones que contengan dicho material, además de todas aquellas operaciones de limpieza y descontaminación de residuos (INSHT, 2008).

Prevenciones

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, de acuerdo con el Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, desarrolló en 2008 una Guía Técnica para la Prevención de Riesgos Laborales centrándose en la problemática con el amianto y su peligrosidad.

En el documento se hace referencia al límite de exposición, aclarando que “Los empresarios deberán asegurarse de que ningún trabajador está expuesto a una concentración de amianto en el aire superior al valor límite ambiental de exposición diaria (VLA-ED) de 0,1 fibras por centímetro cúbico medidas como una media ponderada en el tiempo para un período de ocho horas”.

Además, será necesaria una evaluación del lugar de trabajo en la que se deberá medir la concentración de fibras de amianto en el aire para así compararlo con el límite establecido. Cabe destacar que el análisis (recuento de fibras) de amianto sólo podrá realizarse por laboratorios especializados (INSHT, 2008).

Citando la Guía Técnica sobre Exposición al Amianto enumeramos una serie de medidas para el control de emisión de fibras en el lugar de trabajo:

  • Medidas que reducen la emisión de fibras:
    • No utilizar procedimientos de trabajo que supongan rotura y fragmentación de los MCA. Los materiales se retirarán enteros e intactos siempre que esto sea posible, mediante operaciones inversas a las de su montaje.
    • Humectación de materiales.
    • Empleo de herramientas manuales o de baja velocidad que no produzcan fuertes vibraciones.
  • Medidas que disminuyen la dispersión de fibras al ambiente:
    • Extracción localizada con filtros de alta eficacia para partículas.
    • Limpieza y recogida continua de los residuos que se generen.
    • No realizar operaciones de soplado, proyecciones o maniobras bruscas que provoquen movimientos y perturbaciones que puedan favorecer la dispersión de fibras en el aire.
  • Medidas que facilitan la limpieza y descontaminación de la zona de trabajo:
    • Preparación previa de la zona de trabajo con retirada de elementos móviles y aislamiento de los elementos que no se puedan trasladar.
    • Recubrimiento del suelo con material plástico para recoger y facilitar la retirada de los residuos.
    • Prohibición de barrido y aspiración convencional.
    • Limpieza por vía húmeda y/o limpieza en seco mediante aspiradoras con filtro de alta eficacia para partículas.

Des de RCM, nos remitimos a dicha Guía para poder observar con detenimiento todos los procesos y protocolos de prevención al manipular amianto.

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